The Mad Hatter's Touch

martes, mayo 02, 2006

Crónica de un cumpleaños anunciado

AVISO: El retraso de la publicación de este post es debido a que yo también tengo vida social e íntima y me he ausentado de mi hogar, la mayoría sabéis dónde he estado así que es tontería decirlo.

El viernes 28 fue el cumpleaños de Karol, esa maravillosa compañera que siempre sale con la misma pose en todas las fotos incluida la de la tarjeta de identificación del hospital, en ella no podía ser menos y no podía poner una foto de carnet de estudio... voy a intentar no ensañarme y ser benévola, ese será mi regalo, utilizaré toda la sutileza de que dispongo y todos los eufemismos disponibles en mi vocabulario.

El jueves debido a que teníamos seminario de MQIII, el cual finalmente no tuvo lugar gracias a la destreza de la profesora Adela con la electrónica y una sospechosa fuga de luz que le robó la presentación en ppt; nos quedamos a comer en la playa, menos mal que estaba planeado porque excepto Karol nadie llevó bañador, bueno yo sí, pero no me lo puse, Karol sólo se puso la parte de arriba del bikini in situ (vamos, allí en la playa) y debajo no, nos enseñó el conejito, de las bragas xD todas estas imágenes si alguien las quiere ver que me lo diga y se las enseño que las tengo en el móvil porque no he podido encontrar la forma de pasarlas al PC. Todos nos quemamos, aunque yo fui la única persona que se puso protección, será que Dani la pone como el culo, porque también caí. Mary Jo se quemó los antebrazos, de eso sí hay fotos ya las pondré, Edu... es que lo de Edu no tiene palabras posibles para expresarlo, la "peculiar" forma en que esa alma de cántaro se quemó, pero lo intentaré: era un color salmón fuerte que le recorría desde el hombro hasta las manos, pero he aquí la peculiaridad, desde los nudillos hasta las falanges de los dedos estaba blanco pálido, espero que así se entienda, es que no era un cambio gradual de rojo a blanco, no, era un salto perfecto e indescriptible de un color a otro, qué hombre más fascinante...

Durante el rato en la playa nos dedicamos a versionar canciones de Disney con letra borde, y ahí hice alarde del gran ingenio que me caracteriza, y Karol... joder que miedo me dio!! Parecía que se había bebido el Becherovka ella solita porque cuando versionábamos la canción de "La Sirenita" hizo un "LAAAAAAAAAAA-LAAAAAAAAAAAA" imitando a la gaviota de la película pero sonó tan gutural y sentido que parecía que se hubiera puesto en la piel del animal.

Más tarde llegó Virginia y nos dieron los famosos y dichosos recuerdos de Praga, sí esos que no se han hecho de rogar... ¬¬ A Dani una piedra de Praga y otra del cementerio judío (no señores no se confundan por favor, no era una simple piedra en la que ponía estuve en Praga y me acordé de tí, ni mucho menos, era una piedra sustraída del propio lugar de esas que tienen la esencia del lugar que han permanecido formando parte del paisaje absorviendo la lluvia, el sol y la orina de los perros, hasta que dos jóvenes almas decidieron que esas piedras no debían permanecer por más tiempo en aquel lugar) y una botellita de vodka Becherovka. A Mary Jo un libro de postales de los típicos lugares a visitar en Praga; y a mí una postal con varias instantáneas pequeñitas haciendo una composición y una botella de Becherovka, que tiene canela y es afrodisíaco, algo propio para mí, aunque no se por qué me traen alcohol si yo no bebo es Mary Jo la persona que castiga su hígado no yo.


El viernes, el día "D de K", íbamos a ir a la playa también pero como Mary Jo decía, con toda la razón del mundo, si pensábamos ir al cine lo lógico era comer cerca del Hipercor, así que esta vez y como siempre nos ponemos de acuerdo todos a una, la única que llevaba cosas para ir a la playa, entiéndase bañador y toalla, fue precisamente la persona que nos hizo razonar y ver que era tontería ir, Mary Jo, la senectud. Pues bien, de camino al Hipercor, a Karol se le cayó de nuevo el zapato o "zapatitos graciosos" como dice Melo (sabías que no se me olvidaría :P), una vez allí fuimos a comer a la hamburguesería-pizzeria de allí, que deja bastante que desear, pero bueno. Nos sentamos todos en la misma disposición que la vez que pudimos apreciar que Karol no estaba muy ducha en comer hamburguesas (he dicho que iba a procurar no castigarla demasiado), Dani se volvió a chocar con la patata gigante de corcho, Mary Jo pasó desapercibida, Karol no se pidió una hamburguesa por no hacer el ridículo, en lugar de eso se pidió una pizza, pero se ve que en ese sitio no le tienen mucho aprecio, ya que se la pusieron tan cargada de ingredientes que... dije que iba a ser benévola pero esto me puede... también lo guarreó todo! Debido a que últimamente no hay demasiada comunicación verbal con mi padre, yo llevé una bolsa con pollo deshidratado y frío cerrado al vacío (pero cocinado, todavía no es tan mala la relación), ya que él dice que no puedo estar todos los días comiendo bocadillos.

Y llega el momento maravilloso e idílico en que vamos a comprar las entradas para el cine, aquí la experta cinéfila Karol, ya que era su día (y esperemos que no tengamos que volver a entrar a ver una película como esa porque sea el día de alguien...), escogió la película "La huella del Silencio" por favor, os hago un ruego: NO LA VEÁIS, si tienen poca taquilla la quitaran pronto de la cartelera y su lugar lo ocupará de seguro una película mejor.

Bueno como teníamos casi 40 minutos de espera a que empezara la "cosa esa" por no herir la sensibilidad de aquellos a quienes les guste el cine, fuimos a la parte de supermercado y gracias que soy inteligente compramos una caja de 4 helados y nos pusimos finos, y como yo tengo esa debilidad por las perfumerías de los centros comerciales nos paramos a echar un vistazo, oportunidad única para que Dani bañara en colonia a Mary Jo, (ohhh si existe algún ser supremo, que no me haga pasar por soportar un olor como ese ninguna otra vez en mi vida!!!) la tía se echó al menos 3 o 4 colonias distintas e iba despidiendo un hedor insoportable, y como somos tan buenos amigos pues por si alguien no se percataba de aquel olor nosotros íbamos huyendo de ella... una vez dentro del cine no pasó nada a reseñar, exceptuando mi pose de super interesada en la película. Cuando salimos de la película como Karol tenía prisa ya que no es interesada y quería que su tía le diera el regalo nos fuimos a la estación.

NOTA: Siento mucho si en algún momento no habéis entendido algo de lo explicado aquí pero como ya dije al principio del post mi regalo de cumpleaños era por una vez no meterme con Karol y no ser tan explícita como podéis estar acostumbrados.